No fue sino de casualidad que descubrí uno de mis restaurantes favoritos en Nuevo Taipei. Se trata del Edificio Rojo, Red Castle o Hong Lou (紅樓) en chino, una estructura de más de cien años de antigüedad escondida entre el bullicio de las calles de la turistiquísima Tamsui.
Son muchas las cosas que hacen a este sitio especial. A pesar de haber perdido gran parte de su valor histórico tras sufrir demasiadas reformas, su estilo arquitectónico es único en la zona, y algunos lo clasifican como un edificio de estilo inglés. Fue construido en el año 1899 como residencia para una familia de comerciantes ricos. Hay que subir más de cien escalones para llegar, pero ahí reside parte de su magia: una vez arriba, las multitudes y el agobio de las calles de Tamsui desaparecen. Se compone de tres pisos, y cada uno ofrece comida diferente: en el primero y el segundo se puede degustar comida china, y en el tercero comida de estilo occidental. Además, el tercer piso cuenta con una cafetería con terraza desde la que se puede disfrutar de unas bonitas vistas de Tamsui. Sin haberme acostumbrado del todo a la vida de ciudad, Hong Lou supuso para mí un rincón de paz y tranquilidad que de alguna manera me hizo sentir más cerca de casa gracias a la terraza y las vistas al río (por si acaso nunca habéis estado en Taiwán, dejaré caer que las terrazas son prácticamente inexistentes en la isla).
La comida no destaca por sus precios económicos, pero ya se sabe: la calidad se paga. A mí me encantó todo lo que probé.
Si queréis hacer de vuestra visita a Tamsui algo especial y os apetece deshaceros de la muchedumbre, no dudéis en buscar Red Castle.
La comida no destaca por sus precios económicos, pero ya se sabe: la calidad se paga. A mí me encantó todo lo que probé.
Si queréis hacer de vuestra visita a Tamsui algo especial y os apetece deshaceros de la muchedumbre, no dudéis en buscar Red Castle.
No hay comentarios:
Publicar un comentario