Las pinzas parecen ser más populares entre los jóvenes, sobre todo niños y adolescentes. Se venden en los night markets y en tiendas baratas por unos diez NTD (esto es, unos 30 céntimos de euro) y se pueden encontrar muchos modelos diferentes, aunque al parecer el original era de brotes de soja. Supuestamente, se empezaron a llevar en el sur de China y ahora son el último grito.
En Taiwán no están causando el furor que parecen estar causando en el gigante asiático, pero pueden verse por la calle. Al principio me sorprendió que pudieran venderse dado el carácter tímido y reservado de los taiwaneses, aun sabiendo que ellos no se pueden resistir a algo que les parezca "mono". A muchos les parecen una tontería, pero a mí no me disgustan: aportan cierto toque de color a la falta de originalidad diaria de Taiwán.
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