Dicen que si te interesa el arte tradicional chino, el National Palace Museum o Gugong (故宮) es una visita obligatoria en Taipei.
Este museo es famoso por su colección de más de 690.000 piezas de arte antiguo chino, que está considerada una de las más grandes del mundo. Además de esta colección, cuenta con exposiciones temporales. Su historia es de lo más interesante, ya que todas las piezas que contiene fueron traídas desde China gracias a la Guerra Civil China (1927 - 1950), que supuestamente dividió a China en dos: la China continental y comunista, y Taiwán, la "China" capitalista en poder de Chiang Kai Shek tras huir de China al ser derrotado por el partido comunista. Después de pasar por varias ciudades por miedo a que se estropearan durante la guerra, las obras de arte llegaron a Taiwán entre 1948 y 1949.
Sin embargo, el edificio actual no fue construido hasta 1965, aunque fue renovado varias veces para poder acoger la enorme colección. Podría haber sido bonito si no fuera por el horrendo color marrón con el que lo pintaron. Cuenta con unos jardines que se pueden visitar gratis siempre que antes hayas comprado entradas para visitar alguna exposición, cuyo precio es variable pero que suele rondar los cuatro euros (160 NTD).
Aunque se haya construido en el siglo XX, su apariencia es la de un edificio tradicional chino, y cuenta con los dos típicos leones guardianes en la puerta y con un paifang, (una especie de arco o incluso puerta tradicional china). Los leones tienen los ojos ferozmente abiertos para ahuyentar a los malos espíritus y transmitir protección a las personas que entran en los edificios que custodian. Los hay masculinos y femeninos, y se los puede distinguir fácilmente, ya que los leones masculinos apoyan sus garras en una bola mientras que las leonas en un cachorro de león. Un pequeño detalle que llamó mi atención en el museo fueron estas papeleras con esta forma tan especial.
Paifang del National Palace |
León |
En su interior se puede encontrar arte de todas las épocas de la historia china, como caligrafía, piezas de jade, esculturas, pinturas, documentos antiguos, objetos de bronce y porcelana, etc. Para mí la parte más interesante es la que trata la evolución de los caracteres, de los que aún se conservan los ejemplos más primitivos, esculpidos en objetos de bronce. Un ejemplo de ello es la campana Zong Zhou Zhong, que podéis admirar en esta foto de la página web del National Palace. (Y por si os hacéis esa pregunta, no, un chino o taiwanés no es capaz de leer esos caracteres. Son demasiado antiguos.)
Sin embargo, los dos objetos más famosos del museo son la Col de Jadeíta y la Piedra con forma de carne. Son dos esculturas pequeñas que, a pesar de su realismo, a mí no me parecieron nada impresionante, pero para gustos están los colores. Si os apetece echar un vistazo a algunas de las piezas más importantes, podéis hacerlo aquí.
En conclusión, en el National Palace se puede ver un poco de todo, (aunque debo admitir que a mí me supo a poco) y, a pesar de no ser muy céntrico, es recomendable hacerle una visita. Visita que, por cierto, podríais aprovechar para cenar en el famoso night market de Shilin, que está relativamente cerca.
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