La primera vez que las vi pensé que había alucinado, pero no: allí estaban. Cucarachas y mosquitos aparte, las lagartijas o más bien lagartos geckos son inquilinos normales en las casas taiwanesas, y por lo que he averiguado, en muchos más países.
Los he visto pasar muchas veces en diferentes edificios, pero son tan escurridizos que al principio di por sentado que los había soñado. Están por todas partes: en los muebles, en las paredes... ¡y hasta en la colada! Lejos de intentar deshacerse de ellos (los taiwaneses en general sienten una gran aversión por los bichos, incluso si se trata de pequeñas e inofensivas hormigas), en Taiwán los aceptan en sus casas, ya que se comen a los insectos molestos como mosquitos y cucarachas y de esta manera hacen limpieza. Es común verlos escalar las paredes y los techos, especialmente en las horas de poca luz. Son pequeños y coloridos, aunque por lo que he observado el rosa es su color predominante. Tienen unos ojillos saltones y piel semi transparente. Dado su tamaño (entre siete y catorce cm.), no es raro que se cuelen con facilidad en las viviendas a través de las puertas o pequeñas grietas.
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