lunes, 9 de diciembre de 2013

Taipéi, día 14: primeras impresiones de los supermercados taiwaneses

Después de casi dos semanas buscando piso, el mismo día en que me asenté por fin pude ir de compras como Dios manda y empezar a llenar mi habitación. 

El supermercado «de verdad» más cercano a mi casa se llama Wellcome y es una cadena bastante conocida en Taiwán. Algunos (si no todos) de sus supermercados están abiertos las 24 horas, por eso me recuerdan a las tiendas de conveniencia (son tiendas pequeñas que están abiertas las 24 horas, pero no me entusiasman sus productos y son ligeramente más caras) como el 7-11 o el OK Mart, pero el Wellcome es un supermercado más serio y tiene un poco de todo. Estas son las cosas que más llamaron mi atención en el Wellcome

1. Las famosas galletitas de chocolate de Shin Chan. Cuando llegué a Taiwán pensaba que eran un artículo difícil de conseguir, pero se pueden comprar en cualquier supermercado. Obviamente, proceden de Japón y, al igual que los demás dulces japoneses, son caras. La caja es minúscula y dentro tiene un paquete raquítico con unas galletas de una calidad no muy buena y un sabor dulzón de lo más normalito. En otras palabras, no las volvería a comprar.





2. Las galletas de los koalas, cuyo nombre no puedo leer porque está escrito en japonés. La caja es del mismo estilo que la de las galletitas de Shin Chan (e igual de cutre), y puesto que en Taiwán todo es muy 可愛 (ke 3 ai 4 = mono, adorable, cute) cuando voy a comprar comida a veces no puedo evitar el volver a ser niña y no resistir la tentación de comprar cosas con un precio poco competitivo porque su envoltorio, caja, etc., es demasiado bonito como para dejarlo en el estante del supermercado. 





3. El champú de la Virgen con el niño. Sí, habéis leído bien. Es un champú que tiene un dibujo de la Virgen María con el niño Jesús. La primera vez que lo vi me pareció lo más gracioso que había visto en mi vida, aunque también extraño y fuera de lugar porque no acabo de ver relación alguna entre la religión católica y los productos de baño. Pero en Taiwán la gente es menos estricta con los temas  religiosos, y no se ofende con la facilidad con que lo hacen los europeos. De hecho, se pueden encontrar todo tipo de productos de esa misma marca y con ese mismo dibujo, como toallitas, jabón, y gel.



4. La leche de sabores. Este invento ya lo había visto en Europa y no es nada del otro mundo, (tal vez lo haya en España también), pero no deja de llamar mi atención. La leche taiwanesa es dulce, casi igual que agua y, además, un poco cara. También venden café...  en lata. 



5. La Taiwan Beer. No es nada especial, si queréis mi opinión. Pero quería probarla. Creo que también la hay de Hello Kitty! 



6. El chocolate camuflado. Creo que no necesita ninguna descripción. Es chocolate que parece piedrecitas pequeñas, pero su sabor no es nada fuera de lo normal. 



7. La piña pelada. A lo mejor también la venden así en España, pero yo jamás he visto nada así allí. 



8. El gel de Hello Kitty! Siempre supe que Hello Kitty! tiene mucho éxito en Taiwán, pero cuando fui al Wellcome me pareció un monopolio. Todas las toallas que vendían eran de Hello Kitty!, había gel de Hello Kitty!, jabón de Hello Kitty! (que debe estar hecho de oro, porque vale un ojo de la cara) y todo tipo de accesorios para el baño de Hello Kitty! Incluso había cerveza y patatas fritas (llamadas «patatillas» por la mayoría de gallegos que conozco). Hello Kitty! es casi omnipresente en Taipéi, aunque el Lucky Duck está empezando a desbancarla...