miércoles, 23 de septiembre de 2015

20 de septiembre: Volviendo a la Antigua China (II), la Mansión Lin An Tai

La mansión Lin An Tai es una pequeña joya en el centro de Taipei. Construida hace más de doscientos años, es uno de los escasísimos ejemplos de casas tradicionales chinas en el norte de Taiwán. Su ubicación actual no es la original, ya que en 1978 fue trasladada debido a las ansias de construir edificios modernos que ya mencioné en mi post sobre otra de las mansiones más espectaculares del norte de la isla.



Sus fundadores, los Lin, eran una familia de comerciantes procedentes de Fujian que amasaron una buena fortuna en Taiwán. Al igual que muchos edificios de la época, la casa fue construida teniendo en cuenta el buen feng shui, que busca la armonía con todo lo que rodea al ser humano, (especialmente la naturaleza), para atraer energía positiva. Puesto que ya no se encuentra en su ubicación original, lo más probable es que parte del feng shui del edificio se haya perdido.






Me sentí muy a gusto allí. Aunque no es tan grande y majestuosa como la mansión de Banqiao, se respira el mismo aire de paz y armonía, y todo es muy verde. Mires a donde mires, lo más probable es que todo esté lleno de fotógrafos siguiendo a cosplayers posando en cada rincón.





Una de las cosas que más me han gustado fue su precioso estanque, en el que abundaban los nenúfares.




Para poner la guinda en el pastel, disfrutamos de su exposición de marionetas, ya que en realidad es una casa museo. Las había de todos los tipos: modernas y bonitas, y tradicionales y escalofriantes.






Además, cada habitación tenía un tema diferente: en una pudimos ver instrumentos tradicionales chinos, como el erhu o violín chino, y en otra, que era la habitación del pequeño de la casa, explicaban una antigua tradición taiwanesa en la que a cada bebé de un año se le ofrecían varios objetos. Dependiendo de cuáles escogiese, se podría averiguar cuál sería su profesión en el futuro. Esta práctica se conoce como Zhua Zhou (抓周).






Como podéis ver, Lin An Tai ya está en mi lista de sitios favoritos en Taipei. Si tenéis la oportunidad de visitarla, ¡no os lo penséis! Además, está cerca del night market de Shilin, que es siempre un buen sitio para terminar el día.

domingo, 20 de septiembre de 2015

Caracteres chinos que se parecen a las palabras que representan

Una creencia común entre muchos extranjeros sobre los caracteres chinos es la de que cada uno representa un concepto, es decir, se pueden clasificar como pictogramas. Mientras que esto se podría considerar una verdad a medias, es cierto que la mayoría de los caracteres o hanzi (漢字) que he recogido en este post son dibujos que representan cosas, pues se encuentran entre los más primitivos y representan conceptos simples, como por ejemplo animales. 

Así pues, en esta entrada he compilado los que yo considero los parecidos más razonables entre caracteres y las palabras que representan. Como decía siempre mi profesora de chino, si queréis ver lo mismo que yo veo, "echadle imaginación". 



1. Men ~ puerta 




















2. Shou ~ delgado*



















3. Yang ~ carnero























4. Gui ~ tortuga 

























5. Ma ~ caballo 













6. Huo ~ fuego 






















6. Rou ~ carne 






















7. Xin ~ corazón 




   
















8. Mu ~ árbol, madera 























9. Sen ~ bosque 





















10. Shan ~ montaña 























Espero que hayáis sido capaces de ver los parecidos y que esta entrada os haya animado a investigar más sobre el apasionante mundo de los caracteres chinos. Si sentís curiosidad por conocer más, os recomiendo este vídeo, que está en chino pero se entiende fácilmente. 


.   





*Este caracter tal vez sea complicado de entender. Yo lo asocio con la delgadez porque soy capaz de ver unas costillas y dos palos que hacen de piernas. 

sábado, 19 de septiembre de 2015

Qué esperar de un viaje a Taipei

Esta entrada está pensada para aquellas personas que estén planeando un viaje a Taipei. Puesto que todos los demás bloggers se afanan en repetir lo maravilloso que es todo en Taiwán, creo que advertir de cosas que tal vez no os gustarían no está de más, aunque todo depende de lo abierta que tengáis la mente.  


1. El paisaje urbano 

Si no es vuestra primera vez en Asia no creo que os llevéis demasiadas sorpresas, pero si no lo es, debéis prepararos para daros de bruces con el paisaje urbano más feo de vuestras vidas. Yo me esperaba algo así... 




y cuando llegué a Taipei descubrí que en realidad en las ciudades taiwanesas todo es... así.  




Intenté ser positiva, pero no era capaz de encontrar un átomo de belleza en la ciudad. Supongo que mi imaginación me había jugado una mala pasada y mis expectativas estaban demasiado altas. Antes de mi primera vez en Taipei me esforcé por hacerme una idea de lo que me esperaba viendo todos los vídeos posibles en Youtube, pero fue inútil. Idealicé demasiado la ciudad y contaba con ver estanques con flores, templos grandiosos en cada esquina, y jardines chinos. Inocente de mí. 

Me costó encontrar lo que buscaba y aceptar que no todo era tan bonito cómo yo había soñado, pero a día de hoy Taipei me parece una ciudad muy interesante. No es bonita en su conjunto, pero tiene muchos puntos turísticos buenos.  



2. La comunicación 

La lengua más hablada de Taiwán es el chino mandarín, y aunque la mayoría de los taiwaneses aprenden inglés desde muy pequeños, lo más probable es que encontrar a una persona con la que entenderse en este idioma resulte extremadamente difícil. Yo antes de mi viaje me lo tomé a risa, y no era consciente del desafío que supondría hacerse entender. Comer cada día se convirtió en una pesadilla, y a veces daba vueltas durante horas hasta encontrar un restaurante que tuviera fotos en el menú o traducciones al inglés. Supongo que para unas vacaciones en grupo no será un problema demasiado grande, pero venirse solo sin hablar mandarín puede ser agotador. Mientras no supe el idioma local, me sentí atrapada en un sitio en el que era imposible comunicarse. 




3. La comida 


Es muy probable que la comida de la que habéis oído hablar tan bien antes de llegar os siente mal o simplemente os cueste atreveros a probarla por su aspecto. Si tomáis cosas muy aceitosas o picantes, contad con pasar un buen rato en el baño. Por otro lado, si el problema es la mala pinta o el olor, mi recomendación es que deis segundas oportunidades. Siempre. 





4. Perderse constantemente 

Aunque los nombres de las calles estén escritos tanto en chino como en pinyin, creo que para un forastero es muy fácil perderse en la ciudad, ya que todos los edificios parecen iguales. Para evitar esto, recomendaría contactar con algún local en Coach Surfing o en este grupo de Facebook. Los taiwaneses son gente de fiar y seguro que os regalarán una experiencia maravillosa. 





5. El calor  

No vengáis en verano (esto incluye mediados de mayo hasta finales de septiembre). Fin de la historia. 





6. La vida de ciudad


Si os vais a quedar mucho tiempo, tal vez os sintáis atrapados en un mar de asfalto con contaminación, espacios minúsculos y pocos sitios para relajarse. 






Aparte de estas seis cosas, no se me ocurren muchas más que puedan causar problemas a un extranjero en Taipei (aparte de las cucarachas y las picaduras de mosquito, pero estos me parecen males menores). 

Pero no os desaniméis: hay muchos puntos a favor de la ciudad, como el súper eficiente metro (MRT), que os llevará a casi todas partes sin demasiados problemas (no seáis tontos como yo y no perdáis el tiempo caminando para llegar a cada sitio, lo más probable es que no os perdáis nada), la gente honrada y dispuesta a ayudar, la comida barata, y los interminables rincones y excursiones interesantes. ¡Oh!, además, al contrario que en China, para entrar en Taiwán los españoles NO necesitamos visado. 





Taipei es una ciudad a la que necesité darle mucho tiempo, pero una vez descubrí cada rincón y me empapé de la cultura local, se convirtió en una de mis ciudades favoritas. 

viernes, 18 de septiembre de 2015

Pequeñas cosas que me sorprendieron en Bangkok

Bangkok ha sido la primera ciudad asiática que me ha resultado realmente exótica en mucho tiempo, ya que mis anteriores andanzas por Asia se redujeron a Taipei, Macao y Hong Kong, cuyas culturas son muy parecidas. Tailandia supuso algo completamente nuevo para mí, y a pesar de mi corta estancia no fueron pocos los detalles que llamaron mi atención. Estos son algunos de ellos. 


Presencia policial 

En Bangkok se preocupan por la seguridad, y se nota. En casi todos los sitios que visitamos merodeaba algún agente de policía, y aunque tal vez esto pueda parecer bueno, a mí personalmente no me hacen sentir cómoda. 




Los tailandeses se inventan su propio idioma 

Al ser Bangkok una ciudad tan turística, esperaba que los tailandeses tuvieran cierto nivel de inglés, pero me equivoqué: comunicarse resultaba desesperante por momentos. Curiosamente, la mayoría de gente con la que dimos no hablaba inglés, pero les gustaba fingir que lo hacían, y se comunicaban con los turistas usando un inglés macarrónico que era más bien tailandés con un par de palabras inglesas por el medio. Muchos lo hacen, pero los taxistas son expertos en ello y se aprovechan de esto para confundir a los extranjeros y cobrarles más. 


El tráfico 

Sabía que el tráfico tenía mala fama en los países asiáticos, pero aún así fue impactante ver decenas de coches parados en la carretera durante minutos. 




Altares por todas partes 

Al igual que las fotos de los reyes, la devoción está presente en cada rincón de Bangkok. No es raro ver altares para Buda en plena calle. Para mí, lo chocante de esta costumbre son las ofrendas depositadas junto al altar, como las bebidas con gas tipo Fanta. 




Fotos de los reyes 

Los reyes de Tailandia son omnipresentes en Bangkok. Mires a donde mires, tus ojos se encontrarán con sus caras: ya sea en los taxis, en las entradas de los centros comerciales y tiendas, en cualquier esquina de la calle, y en las rotondas. Desconozco por qué su imagen es tan popular, pero parecen ser adorados como dioses.  





Durian prohibido en metro y hotel 

El durian es una fruta popular en todo el Sudeste asiático, muy común en Tailandia. Aparte de su peculiar forma, otra característica que lo hace especial es su fuerte olor, que al parecer es lo suficientemente maloliente como para que prohíban la fruta en el metro de Bangkok. 





Controles de seguridad en el metro 

Nos quedamos de piedra la primera vez que cogimos el metro y nos encontramos con una guarda que insistió en que pasáramos un pequeño control de seguridad que me recordó a los de los aeropuertos. Pronto nos dimos cuenta de que era una tontería, pero nos pareció extraño. 




Españoles por todas partes 

Acostumbrada a ser una de las poquísimas hispanas de Taiwán, llegar a Bangkok y oír español por todas partes fue sorprendente, pues aun sabiendo que Bangkok es una de las ciudades más populares del mundo no me esperaba tantos grupos de compatriotas. 



Edificios con nombres chinos 

A pesar de haber visitado muy pocas ciudades asiáticas, En Bangkok llegué a la conclusión de que debe haber muy pocos países (por no decir ninguno) que de una manera u otra, no tengan influencia china. Bangkok, además de contar con su propio barrio chino (al igual que casi todas las metrópolis asiáticas) tiene abundancia de edificios cuyos nombres están escritos en mandarín. 


Saludos en el hotel 

Cada vez que entrábamos y salíamos, los empleados de nuestro hotel nos saludaban con un gesto juntando las manos, como si fueran a rezar, y que es una forma de saludo respetuosa. Al mismo tiempo, decían "sawatdi" que significa "bienestar". 



jueves, 17 de septiembre de 2015

El Mes de los Fantasmas

Cada año en Taiwán y China tiene lugar un acontecimiento inusual: se abren las puertas del infierno y los fantasmas conviven con los vivos durante un mes. Se trata del Mes de los Fantasmas (鬼月 - guiyue), que normalmente coincide entre agosto y septiembre.

Durante este periodo, es habitual que las calles estén llenas de ofrendas que los vecinos de cada edificio ofrecen a los espíritus de manera simbólica, para mostrar respeto y evitar desgracias. En cierto modo, esta práctica recuerda a las ofrendas que hacían los romanos para apaciguar la ira de sus dioses. Además, se reúnen para rezar en las fachadas de sus casas y quemar mucho incienso y dinero fantasma. Curiosamente, los edificios que todavía se están construyendo y por lo tanto están deshabitados también son bendecidos de la misma manera. Aparte de todo esto, no es raro que se organicen pequeños espectáculos pensados para entretener a los fantasmas, como por ejemplo funciones de ópera taiwanesa.




Normalmente, los fantasmas son personas que no fueron honradas debidamente por sus familiares tras su muerte, y que penan en el Más Allá. Así pues, el dinero fantasma y la comida se ofrecen para divertirlos y aliviar su sufrimiento.
Por otro lado, no son pocas las supersticiones que conviven en este mes: es el menos recomendable para casarse o abrir un nuevo negocio. Aunque no lo he podido comprobar, parece ser que los más supersticiosos no cuelgan su ropa en los balcones, porque según dicen los fantasmas se pueden meter en las prendas, que pasarían a estar malditas. Tampoco es recomendable nadar, porque los espíritus podrían atacar en el agua, ni se recomienda llevar ropa roja, ya que este color los atrae. La lista es interminable.

Un festival importante de Taiwán en estas fechas es el Ghost Festival, que se celebra en la pequeña ciudad de Keelung. Recuerda más a Halloween que a cualquier otra cosa, ya que es común que mucha gente se disfrace por las calles. Además de desfiles de dragones y leones, este festival es famoso por sus lámparas de papel, que se arrojan al río para guiar a los espíritus perdidos. Yo he tenido mala suerte y ya me lo perdí tres años consecutivos, pero parece impresionante.

miércoles, 16 de septiembre de 2015

Una experiencia nueva: el tifón Soudelor


El tifón Soudelor fue el más impactante en Taiwán los últimos años. En las noticias avisaron de su envergadura, pero yo no me lo tomé en serio: mis anteriores experiencias "tifoneras" se habían reducido a algo de viento y unas gotitas de lluvia.

Los tifones son un fenómeno común en Taiwán y otros países del Sudeste asiático en verano, y no es raro que en ocasiones las escuelas y compañías cierren por precaución, de manera que todos los taiwaneses puedan disfrutar lo que se conoce como "vacaciones de tifón". El caso del Soudelor fue curioso: cancelaron el trabajo y las clases a partir de las seis de la tarde y todo el día siguiente, que fue el sábado 8 de agosto.
Para mi sorpresa, hubo destrozos innumerables en diferentes puntos de la isla, y al menos cinco muertos. La zona que más sufrió fue Wulai, donde al parecer algunos edificios acabaron destrozados por el viento. 



Por mi parte, mientras estuve en casa no me enteré de nada, y pensé que el Soudelor era otro tifón sin importancia. Cambié de opinión cuando me aventuré a salir a la calle y todo me pareció un caos: los letreros de las tiendas habían caído al suelo, los árboles de los parques cubrían las aceras, las motos y bicis estaban tiradas por todas partes, etc. Además, todos los vuelos del aeropuerto de Taipei habían sido cancelados. Las carreteras estaban casi vacías, y no era de extrañar porque ir en moto era un deporte de riesgo, ya que con el viento patinaban en la carretera. Curiosamente, aunque las tiendas habían cerrado, los restaurantes seguían abiertos y la gran mayoría tenía colas.



Además de los destrozos materiales, que fueron limpiados por los miembros del ejército taiwanés al día siguiente, el Soudelor dejó varios vídeos virales, un tornado en la ciudad de Tainan, viajes cancelados y hasta un nuevo punto turístico. Los vídeos más populares fueron el de este avión, que fue levantado por el viento, y esta moto, que literalmente salió volando.  
En cuanto a la nueva atracción turística, se trata de dos cajas de correos de Taipei que fueron dobladas por el viento y cuya curiosa forma desató pasiones entre los taiwaneses, que en seguida se pusieron a hacer cola para hacerse fotos con ellas.