viernes, 18 de septiembre de 2015

Pequeñas cosas que me sorprendieron en Bangkok

Bangkok ha sido la primera ciudad asiática que me ha resultado realmente exótica en mucho tiempo, ya que mis anteriores andanzas por Asia se redujeron a Taipei, Macao y Hong Kong, cuyas culturas son muy parecidas. Tailandia supuso algo completamente nuevo para mí, y a pesar de mi corta estancia no fueron pocos los detalles que llamaron mi atención. Estos son algunos de ellos. 


Presencia policial 

En Bangkok se preocupan por la seguridad, y se nota. En casi todos los sitios que visitamos merodeaba algún agente de policía, y aunque tal vez esto pueda parecer bueno, a mí personalmente no me hacen sentir cómoda. 




Los tailandeses se inventan su propio idioma 

Al ser Bangkok una ciudad tan turística, esperaba que los tailandeses tuvieran cierto nivel de inglés, pero me equivoqué: comunicarse resultaba desesperante por momentos. Curiosamente, la mayoría de gente con la que dimos no hablaba inglés, pero les gustaba fingir que lo hacían, y se comunicaban con los turistas usando un inglés macarrónico que era más bien tailandés con un par de palabras inglesas por el medio. Muchos lo hacen, pero los taxistas son expertos en ello y se aprovechan de esto para confundir a los extranjeros y cobrarles más. 


El tráfico 

Sabía que el tráfico tenía mala fama en los países asiáticos, pero aún así fue impactante ver decenas de coches parados en la carretera durante minutos. 




Altares por todas partes 

Al igual que las fotos de los reyes, la devoción está presente en cada rincón de Bangkok. No es raro ver altares para Buda en plena calle. Para mí, lo chocante de esta costumbre son las ofrendas depositadas junto al altar, como las bebidas con gas tipo Fanta. 




Fotos de los reyes 

Los reyes de Tailandia son omnipresentes en Bangkok. Mires a donde mires, tus ojos se encontrarán con sus caras: ya sea en los taxis, en las entradas de los centros comerciales y tiendas, en cualquier esquina de la calle, y en las rotondas. Desconozco por qué su imagen es tan popular, pero parecen ser adorados como dioses.  





Durian prohibido en metro y hotel 

El durian es una fruta popular en todo el Sudeste asiático, muy común en Tailandia. Aparte de su peculiar forma, otra característica que lo hace especial es su fuerte olor, que al parecer es lo suficientemente maloliente como para que prohíban la fruta en el metro de Bangkok. 





Controles de seguridad en el metro 

Nos quedamos de piedra la primera vez que cogimos el metro y nos encontramos con una guarda que insistió en que pasáramos un pequeño control de seguridad que me recordó a los de los aeropuertos. Pronto nos dimos cuenta de que era una tontería, pero nos pareció extraño. 




Españoles por todas partes 

Acostumbrada a ser una de las poquísimas hispanas de Taiwán, llegar a Bangkok y oír español por todas partes fue sorprendente, pues aun sabiendo que Bangkok es una de las ciudades más populares del mundo no me esperaba tantos grupos de compatriotas. 



Edificios con nombres chinos 

A pesar de haber visitado muy pocas ciudades asiáticas, En Bangkok llegué a la conclusión de que debe haber muy pocos países (por no decir ninguno) que de una manera u otra, no tengan influencia china. Bangkok, además de contar con su propio barrio chino (al igual que casi todas las metrópolis asiáticas) tiene abundancia de edificios cuyos nombres están escritos en mandarín. 


Saludos en el hotel 

Cada vez que entrábamos y salíamos, los empleados de nuestro hotel nos saludaban con un gesto juntando las manos, como si fueran a rezar, y que es una forma de saludo respetuosa. Al mismo tiempo, decían "sawatdi" que significa "bienestar". 



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