domingo, 21 de septiembre de 2014

22 de noviembre de 2013: haciendo pasteles de piña

Cuando el final del trimestre está cercano, mi escuela tiene por costumbre llevarnos a hacer alguna pequeña excursión. Esta vez nos llevaron a una pastelería museo muy famosa en la que pudimos comprar pastel de piña taiwanés (鳳梨酥 fengli su) hecho por nosotros. La pastelería se llama Kuo Yuan Ye (郭元益) y es muy antigua, ya que fue fundada en el año 1867. Está relativamente cerca del night market de Shilin. Mis compañeros de clase y yo nos desplazamos por separado en metro y nos encontramos en la estación. 

Al llegar a la pastelería nos tuvimos que poner unos mandiles y después de que nos laváramos las manos nos explicaron, en chino, cómo hacer los pasteles paso a paso. Por suerte, no tiene mucha ciencia: los pasteles de piña son pasteles normales rellenos de piña seca.

Pasteles de piña taiwaneses. (Foto encontrada aquí.)


Cuando los acabamos y escribimos en ellos nuestras iniciales (o incluso nuestros nombres chinos) los metieron en el horno, así que nos llevaron al museo de la pastelería, que está en el segundo piso. Allí nos enseñaron algunas cosas relacionadas con la natalidad y con las bodas chinas y taiwanesas, ya que algunos pasteles chinos están vinculados a ambas. Tenían trajes de novia y de novio tradicionales chinos que además nos podíamos probar. Por supuesto, eran de color rojo muy llamativo. Me llamó la atención que el de mujer apenas sugiriese su figura femenina. En la vestimenta de boda está incluido el velo, que también es rojo y cubre la cara de la novia por completo. En un principio tuve ganas de probarme el traje de novia, pero al ver el velo cambié de opinión. La verdad es que no es muy bonito. Escogieron a unas tres parejas diferentes para probárselo y, después, pudimos bajar a recoger nuestros pasteles.

Foto encontrada aquí.

Foto encontrada aquí

Para hacer más tiempo, cuando bajamos encontramos té con pasteles en nuestras mesas, que según nos contaron eran de boda. Aunque no tenían mala pinta, sí tenían mal sabor. Uno de ellos tenía pescado. ¿Os imagináis un pastel con pescado? Podéis echar un vistazo a los pasteles de boda de Kuo Yuan Ye aquí, aunque solo se pueden ver fotos de las cajas en las que los venden. 

Este es uno de los pasteles de boda que probamos. Si no recuerdo mal, es el de peor sabor. (Foto encontrada aquí.)


Después de probar "delicias" chinas que no nos gustaron a ninguno, por fin nos dieron nuestros pasteles. Los tuvimos que envasar nosotros mismos, y cuando acabamos de hacerlo parecían comprados. Nos dieron una cajita con envoltorios y pegatinas para preparar nueve en total. El resultado final fue este. Aunque no me gusten los pasteles de piña, tengo que admitir que pude notar que la calidad de los que había hecho era buena, y además estaban muy frescos. 

En resumen, puedo decir que ir a la Kuo Yuan Ye no fue una mala experiencia, pero no  la repetiría, simplemente porque no me gustan los pasteles de piña. Es una actividad que recomendaría especialmente a los padres que tengan niños pequeños. Sin duda, ¡preparar sus propios pasteles les encantaría!