jueves, 27 de julio de 2017

26 de julio de 2017: update sobre mi estrambótica estadía en Mirador Mansion

Queridos lectores, puesto que ayer os di la lata con el marrón de mi penosa estadía en Mirador Mansion, qué menos que contaros el desenlace. 

La misma noche que escribí la entrada sobre Mirador Mansion, la pasé enteramente despierta para asegurarme de que las cucarachas no me atacaban mientras dormía. Así que pasé horas sentada en el centro de mi cama, y aparecieron tres cucarachas: la primera otra vez cerquísima de mi cama; la segunda en el suelo; y la tercera nada más y nada menos que en la ducha. Fue una noche durísima y sobre todo incómoda, pero estaba pensando en repetir todo la noche siguiente y pasar la noche del 26, o sea la de hoy, durmiendo en el aeropuerto. Pero al final decidí que la situación era inaceptable y a las ocho de la mañana llegué a la conclusión de que no podía soportar más aquello. Busqué el hotel con los comentarios más favorables en la zona de Tsim Sha Tsui, me preparé como pude para salir hacia allí y reservé la habitación por dos noches inmediatamente. Me salió caro (casi cien euros por noche) pero necesitaba recuperar mi salud mental y, sobre todo, sentirme segura. Cuando volví a Mirador Mansion le dije a la dueña que me quería ir. Su cara quedó inexpresiva, y lógicamente no hubo oposición ni preguntas. De hecho, cuando estaba a punto de irme, tuvimos una conversación y he de confesar que me ablandé. Primero le pregunté de donde era (en Hong Kong he aprovechado para practicar chino con gente de ciudades muy diferentes, así que me interesaba su procedencia) y me contestó que era de Hong Kong, pero su acento chino la delataba y me negué a creerlo. Se rio y me dijo que en efecto ella es china pero lleva en Hong Kong más de treinta años. Nos reímos. Me pidió perdón por las cucarachas y me dijo que habían hecho unos arreglos en la habitación vecina y que eso probablemente había afectado, porque las demás habitaciones estaban libres de cucarachas. Recordé las bolsas de basura que había visto tiradas al lado del ascensor y no me lo creí, pero aun así no me sentí capaz de odiarla. En realidad, sentía compasión: vivir en un sitio como Mirador Mansion no es fácil. Aunque para alguien de Hong Kong un sitio así sea "lo normal", es innegable que la actitud de la gente que vive allí y la de otra que está en zonas más agradables es completamente distinta. Obviamente, si ella ha tenido el dinero para comprar terreno en Hong Kong es una persona con medios, pero me pareció que eso es una maldición más que una bendición. Yo, personalmente, preferiría ser pobre y vivir en otro sitio. 







Mi nuevo hotel, Attitude, me parece casi un lujo. Tiene una decoración que es el sueño de todo hipster y los empleados se deshacen en atenciones conmigo. Fijaos en la foto de la cisterna. 






Esta tarde me he reconciliado con Hong Kong. Ayer estaba muy decepcionada y a punto de incluirla en mi lista negra, pero hoy todo cambió. Este viaje me ha dado una valiosa lección. Cuando llegué a Hong Kong lo hice convencida de que no tendría ningún problema para sobrevivir. Creía que por haber estado en un par de países y saber chino nada se antepondría en mi camino. Ahora entiendo que estaba equivocada y que necesitaba una buena dosis de humildad. Por eso no me arrepiento de absolutamente nada de lo que ha pasado, me siento en paz e incluso contenta y apenada por irme. Hoy, mientras disfrutaba de la Symphony of Lights, sentí que Hong Kong formaba parte de mí, que me había hecho madurar. Fue un placer hacer todo por mí misma, enfrentar nuevos desafíos y descubrir que viajar sola, al contrario de lo que siempre había creído, es una gran satisfacción. Estoy muy emocionada y eternamente agradecida. Como ya he dicho antes, Hong Kong no es la ciudad de mis sueños. Pero tiene un algo, un sabor único que de alguna manera cautiva a los extranjeros. Volveré. 





2 comentarios:

  1. ¿Nunca habías viajado sola? Más vale tarde que nunca, I guess. Tiene sus ventajas y sus desventajas. A mí me gusta bastante porque las ventajas (libertad y egoísmo totales) son grandes.

    Por otra parte, menudo cambio de la entrada anterior a esta. Habiendo empezado en lo peor, me alegro de que terminara en lo mejor. Aunque sinceramente me quitaste las ganas de ir. :D Pero nunca tuve demasiadas.

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  2. En realidad sí había viajado sola. A Taipei me mudé sola e hice todo sola.

    Por otro lado, que me alojase en un hotel no implica que Hong Kong también sea una ciudad horrible.

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