viernes, 7 de marzo de 2014

Cosas que no me gustan de Taiwán

He leído muchos artículos sobre Taiwán y lo maravilloso que es. Aunque Taiwán tiene muchas cosas buenas, a menudo pienso que los demás extranjeros lo ven todo color de rosa, por eso decidí escribir esta entrada con la lista de cosas que no me gustan de Taiwán.

       1.  Hay cucarachas asquerosas por todas partes, tanto en la calle como en las casas. Son tan grandes que al verlas te pueden dar escalofríos, y te hacen sentir muy incómodo. Casi todas las casas las tienen, son una plaga y además comen de todo, hasta ropa.

2. El aspecto marginal de las calles residenciales con sus casas viejas y sucias. Las puertas de las casas o apartamentos parecen de cárceles, y las ventanas tienen rejas. Los vecinos no tienen ningún tipo de acuerdo para limpiar las escaleras de los apartamentos, por lo que jamás se limpian y tanto las escaleras como la entrada están muy sucias. Las casas son tan viejas que parece que se te van a caer encima, y son muy difíciles de limpiar porque la suciedad está incrustada. Además, la gran mayoría de las duchas no tienen ni plato ni mampara. Simplemente están ahí, como si fueran una manguera. 





3. El tiempo siempre es un problema, excepto en octubre y noviembre. En verano, el calor es tan insoportable que hace prácticamente imposible ir a algún sitio e incluso puede que te impida dormir por las noches. En cuanto al invierno, lo más probable es que llueva sin descanso todo el día, aunque lo peor no es eso. Lo peor es que hay una humedad que te cala hasta los huesos, y no importa cuántas mantas y ropa te pongas encima, con trece grados tendrás el mismo frío que si estuvieras a grados bajo cero. Mis manos a menudo están tan frías que no las puedo mover, y la ropa no me seca durante días después de lavarla.

4. En Taipei, la mayoría de los taiwaneses creen que los extranjeros sabemos hablar chino, y a veces me parece que no les sienta muy bien que no lo hablemos. Todos piensan que venimos a Taiwán para estudiarlo, (aunque en mi caso en un principio no iba a ser así) y parecen creer que es una obligación que lo hablemos, de ahí que me moleste un poco su actitud.

5. Es difícil encontrar una cafetería en la que vendan un buen chocolate caliente en invierno (y lo mismo se dice del café, que aunque se vende mucho hay quejas de que su calidad es pésima). Además, la leche que venden parece agua y su versión del Coca-Cao apenas tiene sabor.


Versión taiwanesa de Cola-Cao desaborido 

6. Las relaciones de vasallaje. A menudo veo parejas que están muy desequilibradas. Parece que muchos hombres taiwaneses creen que sus novias son seres divinos y, como tales, tienen el derecho de hacer con ellos lo que les dé la gana. Si ellos se niegan a cumplir sus caprichos, no les dan la razón, etc., muchas tienen un comportamiento infantil y se convierten en niñas pequeñas.

7. Aparte de las cucarachas, también hay mosquitos picoteándote sin descanso todo el año, tanto de día como de noche. Por suerte, en las casas son fáciles de combatir.  

8. Es imposible encontrar un solo restaurante que ofrezca comida occidental real, a menos que sea de hamburguesas. 

9. Cada vez que intentas cruzar la calle te juegas la vida. A los taiwaneses (especialmente los que conducen motos y taxis) les importa muy poco lo verdes que estén los semáforos y que la gente esté cruzando. A menudo te pasan rozando los pies y ni siquiera se disculpan. ¿El motivo? Según mis investigaciones, es la impaciencia. 




10. El aspecto de algunos restaurantes y tiendas es realmente cutre. Son los sitios más baratos, especialmente para comer (por un euro y medio es posible hacerlo) pero la suciedad y el descuido absoluto de todo el establecimiento es escandaloso para un occidental. Es sorprendente la poca importancia que los taiwaneses dan a la apariencia.


En la ciudad de Taichung encontré el colmo del cutrerío: esta tienda de helados sin paredes


11.  La mayoría de las tiendas tienen por costumbre poner en la puerta parte de los productos que venden, incluso si son objetos de valor como electrodomésticos o mobiliario. El resultado es que las cosas se mojan con la lluvia, el sol les come el color, o se llenan de polvo. 

12. Es raro que haya papeleras en las calles. Si tienes basura, te la quedarás todo el día, a menos que entres en alguna tienda de conveniencia (los 24 horas como el 7-11) y se la des al dependiente para que la tire. 

13. Hay falta de espacios verdes en las ciudades y tanto feísmo urbano que parece que construyen sus edificios para espantar a la gente. 

14. Por último, para algunos extranjeros el olor de las calles también es un problema. Aunque yo jamás percibí que las calles tuvieran un olor especial hasta que mi familia vino a visitarme, es cierto que pueden tener un olor fuerte a especias o comida. Aparte de eso, también es frecuente encontrar el tofu apestoso, cuyo nombre ya lo dice todo. 



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