martes, 30 de junio de 2015

Aprendiendo chino en la MTC

La Mandarin Training Center o MTC es una escuela de chino para extranjeros que pertenece a la universidad Shida, (師大) que cuenta con tres campus en Taipei. La MTC se encuentra dentro de uno de ellos, el campus de Daan (大安). Fundada en 1956, es una escuela de prestigio mundial cuyo ambiente internacional hace de la zona de Shida la más cosmopolita de Taipei. 

En la MTC existen dos tipos de cursos: el regular y el intensivo, siendo este último el más popular, ya que se aprende muchísimo más con el. Son tres horas diarias con profesores nativos de Taiwán, todos con mucha experiencia. Por supuesto, tienen la obligación de poner deberes todos los días y hacer pequeños exámenes llamados tingxie (聽寫), que literalmente significa "escucha y escribe" y consisten en un dictado de toda la vida. Aparte de las fichas y los cuadernillos de los libros, parte de los deberes diarios consiste en escribir los caracteres de cada lección en un pequeño cuaderno diseñado para practicarlos, y que  los niños taiwaneses también utilizan en sus escuelas.




La matrícula es un proceso un poco complicado, y cuando la hice no entendí el por qué de tanta parafernalia. En el primer día de clase, siempre se entrega un papel a cada alumno en el que se explican todas las normas de la escuela y también el funcionamiento de los cursos intensivos: dejan claro que los  deberes son diarios y obligatorios, y que es una norma de la escuela que cada estudiante de curso intensivo estudie cada día durante cuatro horas (horas lectivas aparte). Y aunque en el papel no lo mencionen, además se deben aprender 50 nuevos caracteres por semana. Está bien que avisen, pero sus advertencias asustan un poco. Para asegurarse de que los alumnos son conscientes de lo serio que supuestamente es un curso intensivo, el papel se debe firmar y entregar al nuevo profesor. Los alumnos que no estén satisfechos con sus clases tienen un plazo de una semana para cambiarse, pero os puedo asegurar que los cursos intensivos no son tan duros como la MTC nos quiere hacer creer. 





Los cursos duran tres meses y se dividen en cinco niveles con diferentes libros en chino y en inglés para cada uno. Los trimestres terminan con un temidísimo examen final, que si no apruebas te obligará a repetir el curso. Por suerte, la prueba no es difícil, y no conozco ningún caso de suspenso. 



El horario de las clases sólo se puede escoger en el segundo trimestre, o sea, cuando se pasa al nivel dos. A los alumnos primerizos sólo se les permite tener clase a partir de las dos de la tarde. Las clases de curso intensivo tienen como mucho ocho estudiantes cada una, y aunque el ambiente es muy internacional, lo que más abundan son japoneses y coreanos. Para que los alumnos no se mueran de agobio, hay dos pequeños recreos de diez minutos en las clases de tres horas. 

En teoría, en los cursos intensivos se debe terminar una lección en tres días y después hacer un examen, pero el ritmo de aprendizaje puede variar. Se cambia de profesor cada trimestre, y por aterrador que suene, a partir del segundo trimestre, es decir, al empezar el nivel dos, los profesores se comunican con sus estudiantes utilizando solamente chino. Sin embargo, están muy bien entrenados, conocen las limitaciones de sus alumnos y saben transmitir su sabiduría sin problemas. Aprendes aunque no lo quieras. 

En mi caso, la MTC fue una experiencia agridulce, ya que en el primer trimestre me tocó una profesora de la old school, que me gustaba mucho como persona pero que explicaba poco y exigía mucho. Me sentía frustrada a diario al no ser capaz de seguir el ritmo de sus clases, y estaba desanimada y confusa, ya que mientras estuve en Galicia nunca tuve ningún problema con mis clases de chino, y no entendía por qué de repente en Taiwán todo me salía mal. Para mi sorpresa, todo cambió en el segundo trimestre, cuando me tocó una profesora más joven y relajada que explicaba las cosas de tal manera que ni siquiera necesitaba estudiar para los exámenes. 

Para mí, la única desventaja de la MTC (aparte de sus instalaciones, ya que sus aulas son demasiado pequeñas y un poco viejas) es la misma que tienen todas las escuelas: parte de la gramática de los libros no es realista, es decir, sólo se usa en el lenguaje escrito. Si tu objetivo es aprender a hablar como los nativos, la mejor opción sería vivir con una familia de acogida taiwanesa o intentar hacer amigos taiwaneses en páginas como esta. Por otro lado, su precio no es demasiado atrayente, pero la calidad hay que pagarla. 

Por increíble que parezca, una vez terminado el nivel dos (o sea, en unos seis meses), ya es posible comunicarse bien, aunque con ciertas limitaciones. La MTC es la mejor manera de aprender chino de una manera eficaz y rápida, y yo misma soy prueba de ello: la  dejé hace más de un año y aún puedo leer y escribir más de la mitad de los caracteres que aprendí. Si estáis pensando en aprender chino en el extranjero, ya sabéis a donde ir. 


1 comentario:

  1. ¡Hola! ¡Qué casualidad! Yo también estudio Traducción en Vigo, en un par de semanas voy a ir a estudiar Chino a la MTC unos 6 meses con la beca de la embajada :)
    Gracias por escribir el blog, es muy interesante!

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