sábado, 8 de agosto de 2015

26 de julio de 2015: vuelta a la antigua China en la mansión de los Lin

La mansión de la familia Lin ( 林本源園邸 - Lín běn yuán Yuándǐ) en Banqiao constituye uno de los ejemplos mejor conservados de arquitectura tradicional china de estilo dinastía Qing en TaiwánTestigo de la riqueza de sus antiguos dueños, comerciantes chinos que amasaron una gran fortuna tras establecerse en el norte de Taiwán, se remonta al año 1847, y fue inaugurada como una simple bodega hasta que los Lin se mudaron allí cuatro años más tarde.  






En una época de tensiones entre distintos bandos de inmigrantes chinos, los Lin se establecieron como los líderes del bando procedente de la ciudad Zhangzhou, de modo que en sus primeros años la mansión estaba protegida por guardianes. Más tarde, en 1949, la casa sirvió de escondite para soldados chinos, y finalmente fue donada al gobierno en 1977. Después de ser restaurada, se abrió al público a finales de los ochenta.  






Aunque me refiera a ella como a una casa, en realidad el recinto se compone de varios edificios con funciones diferentes, tales como un estudio reservado a los hombres de la casa, o el precioso xie (榭), que en chino se refiere a un edificio que está rodeado de agua. Su forma hace de él una estructura muy peculiar y se usaba para ver el reflejo de la luna en el agua. En el pasado se podía subir a su tejado. 








Pero el edificio más famoso tal vez sea la casa de invitados, hecha completamente de madera y llamada Qinglaige (來青閣). Su nombre hace referencia a las vistas que según dicen se pueden disfrutar en lo alto del edificio, que en el pasado estaba rodeado de monte. Delante de su entrada hay un diminuto escenario que se usaba para entretener a los invitados de la familia con pequeñas funciones. 








Por desgracia el que parecía el edificio central de la mansión estaba cerrado por obras. Sin embargo, lo que más llamó mi atención de todos los rincones del complejo fue la habitación pensada para contemplar la naturaleza llamada Xiangyuyi (香玉簃). Aunque pueda parecer extraño, era habitual que cuando las plantas empezaban a florecer el dueño de la casa invitase a sus amigos a admirarlas desde aquí.





Dejando su elegancia, belleza e importancia histórica aparte, la mansión de los Lin es especial porque es una de las pocas casas antiguas con jardines chinos que se conservan cerca de Taipei, ya que por desgracia las que existían en el pasado fueron destruidas en el afán de "deshacerse de lo viejo" y acercarse al progreso construyendo edificios modernos, que se llevó por delante muchas construcciones interesantes, especialmente en las grandes ciudades como Taipei, cuyo crecimiento fue demasiado rápido. Además, se agradece contar con un pequeño pulmón cerca de las ruidosas ciudades de Banqiao y Taipei. Su abundancia de plantas y estanques te transportan a otro mundo de paz y armonía, y visitarla es como hacer un viaje a la antigua China. 






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