martes, 15 de marzo de 2016

Tokyo Kawaii Monster Cafe: Sugar and Spice and Everything nice!

Si planeas un viaje a Tokio y buscas una experiencia diferente, algo extravagantemente japonés, una sobredosis de locura y color, la cafetería Kawaii Monster Cafe es el sitio ideal para ti. No es para todos los gustos, pero si te consideras un ferviente admirador de las tendencias de Harajuku y de lo kawaii en general, la visita es obligatoria. Abierta desde el uno de agosto de 2015, es la nueva niña bonita de Harajuku y fue diseñada por el famoso diseñador japonés Sebastian Masuda. 

Ubicada en Omotesando, justo en frente de la meca de la moda Laforet, su aspecto exterior no tiene nada de especial: se encuentra en el cuarto piso de un centro comercial corriente. Sin embargo, en cuanto se cruza su puerta, uno se siente como si se estuviera adentrando en el mundo de Alicia en el País de las Maravillas. Se divide en cuatro salas, cada una decorada de una manera diferente.  




Nosotros llegamos a eso de las seis de la tarde y tuvimos que ponernos a la cola para entrar, aunque en realidad las salas no estaban llenas. Desde la entrada, espectacular por sí misma, se puede ver un dibujo de la mascota de la cafetería, un monstruo llamado Choppy que anticipa la decoración del interior. Una vez dentro, fuimos recibidos por un precioso tiovivo decorado como una tarta, llamado "Sweets go Round". Además de hacer un pequeño tour por cada sala, es imprescindible usar su precioso baño, que tampoco se queda atrás en colorido. 





Pero eso no es todo. Dejando a su mascota aparte, Kawaii Monster cuenta con cinco Monster Girls, cada una con una personalidad diferente que revela un aspecto del espíritu de la cafetería. Sus nombres hablan por sí solos: Nasty, Candy, Baby, Crazy, y Dolly.

 


No soy fácil de impresionar, pero os aseguro que este sitio es tan increíble como parece. Leí muchos comentarios negativos en Trip Advisor antes de mi visita: que si el servicio es pésimo, que si la comida es asquerosa, etc. En mi opinión estas quejas no se ajustan demasiado a la realidad, excepto por esas que hacen referencia a los precios inflados de la comida y la bebida, pero ya se sabe que la mediocridad y el precio escandaloso de los productos de los restaurantes temáticos es casi una ley universal. De hecho, puesto que iba preparada para lo peor, Kawaii Monster solo me decepcionó en dos cosas: el día que visitamos, de las cinco Monster Girls originales solo quedaba una, y además cuando llegamos no nos preguntaron en qué sala nos queríamos sentar. 






Personalmente, a mí la comida no me disgustó tanto, de hecho, me pareció muy interesante. Para cenar, pedí el postre Colorful Poison Parfairt Extreme, y mi novio un plato de pasta llamado Colorful Rainbow Pasta, que imita la paleta de un pintor. No es muy recomendable para la gente a la que le gusta la comida saludable, así que tal vez las bebidas sean una mejor opción para muchos (obviamente, una cafetería como Kawaii Monster exige consumición mínima).  


Mi postre consistía en un parfait con tantos ingredientes que sería imposible recordarlos. La parte que más me gustó fue su nata de colorines, ya que cada color tenía un sabor diferente. Fue divertido probar cada uno e intentar adivinar qué era. 



Por otro lado, la pasta parecía de plástico y estaba fría. Pero al igual que mi parfait, se sirve con un total de siete salsas, cada una de un color y sabor diferente, por lo que mi novio y yo estuvimos de acuerdo en que es un plato interesante. 




Para que los clientes se lleven un bonito recuerdo, las camareras entregan a cada uno una postal después de pagar. Probablemente, a algunos Kawaii Monster les resulte más siniestra que kawaii, pero nadie puede negar que es una auténtica obra de arte. 

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