sábado, 31 de agosto de 2013

Taipéi, día 4: deambulando por el mercado de Jade y de las Flores

Puesto que tengo demasiado tiempo libre, hoy decidí ir a dar una vuelta y buscar algún sitio interesante para visitar. Tenía muchas ganas de ir a algún templo para pedirle ayuda a los dioses, porque en Taipéi está claro que la necesito.


Así pues, salí de mi hotel sin rumbo fijo y de casualidad llegué al Mercado de Jade. Está cubierto y se sitúa en una zona que se llama Jianguo. Al contrario de lo que esperaba, estaba lleno de locales, y yo destacaba un poco, aunque no tanto como en España, supongo que porque los taiwaneses son más discretos que los españoles. Había muchas joyas, entre ellas malas (los malas son unas pulseras o collares budistas), y también algunas cosas que no estaban hechas de jade, como por ejemplo unos malas que tenían olor y que estaban hechos de un material que procedía de Vietnam. Me sorprendió lo enormes que eran, pero ya he visto a bastante gente que los lleva, especialmente gente mayor. Supongo que al contrario que en Europa los llevarán por religión y no por moda. También había muchas figuras de los dioses, como Guanyin, y, por supuesto, budas, algunos de ellos enormes. Aparte de todo eso, también vendían jarritas de té que parecían hechas a mano. 



El mercado de jade me gustó, pero fue el de las flores el que me dejó maravillada. Está situado justo en frente del de jade y es mucho más grande. Hizo que saliera de allí con ganas de llenar mi casa de plantas. Abundaban las orquídeas, que se consideran la flor nacional de Taiwán, y también el bambú en macetas muy kawai y originales, como esta: 



También había pequeños estanques de flores de loto, varios tipos de semillas, jarrones originales y prácticos (como el de la foto), lavanda española, bonsáis, cactus que dan ganas de comprar en masa, trozos de madera en los que se ven los anillos del árbol del que procedían (no tengo ni idea de qué representan, o de si tiene alguna utilidad), e incluso… musgo. Por supuesto, también había todo tipo de cosas para decorar el jardín, y estanques pequeños. Pero, sin duda, lo que más llama la atención de este sitio es un puesto en concreto en el que tienen algunos anfibios exóticos. En realidad, por anfibios exóticos me refiero a estos pedazo sapos, que me dieron mucha pena porque estaban enjaulados en unas cajas en las que no podían dar un solo paso.










No sé si en las fotos se aprecia el tamaño real de los sapos, pero son enormes. También había tortugas un tanto diferentes a las de España, y peces de colores curiosos,  además de caracoles de mar. Un par de ellos tenían un tamaño considerable, de hecho, cuando los vi pensé que eran de mentira.






Otra cosa que me pareció curiosa fueron estos adornos, pero no tengo ni idea de qué son. Se parecen muchísimo a los que llevan los peregrinos que hacen el camino de Santiago, y me recordaron mucho a Galicia. Al verlos pensé que tal vez los taiwaneses y los gallegos no seamos tan diferentes. 


Además de dar una vuelta por los mercados, tuve la oportunidad de ver el famoso Taipei 101 de lejos. Y espero que estuviera muy lejos, porque no me pareció demasiado imponente… Supongo que mi vista me engaña.


Por último, voy a compartir este vídeo del Mercado de las Flores. En él no salen las mismas cosas que vi yo exactamente, pero me parece un vídeo muy bueno.

http://www.youtube.com/watch?v=2XmBU_RyU58

2 comentarios:

  1. Te sugiero que, cuando saques fotos de algo cuyo tamaño te interesa enfatizar, pongas una mano al lado, un pie si es algo que está en el suelo, etcétera. Cambia la perspectiva totalmente. :)

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  2. Gracias, pero aquí suelo sacar las fotos muy rápido porque tengo la sensación de que molesto a los vendedores.

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