El 10 de octubre es el día
nacional de Taiwán, y, por lo tanto, un festivo. Este día conmemora el
levantamiento de Wuchang el 10 de octubre de 1911, ya que éste propició la
caída de la dinastía china Qing y dio paso a la fundación de Taiwán en 1912. A
este día también se le llama Double Tenth Day (en español, traducido
literalmente, se le llamaría Día del Diez Doble).
Como llevaba poco tiempo en
Taiwán, ese día no tenía nada que hacer, y empecé a hablar por Internet con una
amiga taiwanesa que se escandalizó al saber que todavía no había ido a ninguno
de los famosos night markets de
Taipei. El motivo era obvio: no me atrevía a ir sola. No solo por miedo a
perderme, sino porque los night markets
son espacios para socializar. Como las dos estábamos libres, decidimos ir
juntas a uno de los night markets más
famosos de Taipei, el de Raohe.
Pero, antes de nada, explicaré
qué es un night market. Como su
nombre indica, un night market es un
mercado nocturno compuesto mayoritariamente de puestos callejeros que venden
pequeños snacks, aunque en realidad hay un poco de todo: restaurantes, tiendas
de ropa y aparatos electrónicos… etc. Aunque según tengo entendido los hay en
varios países asiáticos, los de Taiwán son especialmente famosos por su comida.
Y no es para menos: los taiwaneses son muy creativos con la comida y no tienen
miedo a las mezclas.
Al llegar a Raohe lo primero que
vimos fue un templo, que se llama Ciyou, y, justo al lado, la entrada del night market. Aunque no fue una sorpresa
para mí, estaba muy lleno, pero al menos se podía caminar.
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Templo de Ciyou |
Me costó escoger
algo para comer porque para mí la comida de night
market era una novedad, pero estas son algunas de las cosas que
probé allí:
1. La tortilla de ostras taiwanesa (蚵仔煎, ezijian):
Es uno de los snacks más famosos y populares en los night markets de Taiwán. Está hecha con huevo frito, algunas
verduras, ostras y harina de patata. Normalmente, va acompañada de una salsa
naranja que le aporta más sabor. Es muy gelatinosa y, sinceramente, la
sensación de tenerla en la boca no me gustó aunque el sabor me pareciese
aceptable. De todas maneras, ahora es una de mis comidas favoritas.
2. Costillas de cerdo o cordero
con sopa de hierbas medicinales (藥燉排骨, yaodun paigu): Su nombre lo dice todo. En Raohe esta comida es muy
popular, y cuando intentamos probarla en un restaurante había una cola demasiado
larga. Al final, decidimos tomarla en un tenderete que también estaba
abarrotado de gente con la que tuvimos que compartir una mesa en la que
estábamos bastante apretados. A los taiwaneses esta situación les parecía muy
normal y comían sin pudor, pero yo me sentía observada e incómoda con tanto
caos y ruido, aunque ahora sé que ambos son parte de un buen night market.
3. Frogs hit in milk (青蛙撞奶, qing wa zhuang nai): Aunque
su nombre suene extraño, la frogs hit in
milk es una bebida taiwanesa bastante simple. Está compuesta de leche,
azúcar moreno y bubble (bolitas de
tapioca). Su sabor es muy dulce y recomendaría a todo el mundo que la probase.
4. Helado de frutas taiwanés: Estos helados son fáciles de
encontrar en Taiwán y normalmente están bastante baratos. Consisten en un bloque
de hielo al que se le añaden diferentes ingredientes para darle sabor. El helado
que nosotras pedimos llevaba leche condensada, mango, kiwi y tres bolas de
helado de sabores diferentes, además de barquillos.
Además de las cosas que ya he mencionado, en Raohe hay muchas
más comidas interesantes. Por ejemplo, caracoles de mar, nécoras fritas (que,
por cierto, se venden por separado, es decir, una por una), zumo de cactus, y otras
cosas comunes en todos los night markets
taiwaneses, como los pinchos morunos, las salchichas taiwanesas, y el tofu
apestoso, que mi amiga me animó a probar y que rechacé. Como ya mencioné al principio, en los night markets (Raohe incluido) también se venden muchas cosas que no son de comer, pero yo creo que lo más interesante es la comida. Una de las cosas interesantes no comestibles que encontré en Raohe fue una especie de ajedrez chino.
Hubo muchos detalles de Raohe que llamaron mi atención, pero
uno que de los pocos que recuerdo es que sus linternas colgantes tenían forma
de pato. En realidad, como fui en plena época de euforia taiwanesa por el pato gigante
amarillo de Hofman, esto no fue demasiado sorprendente para mí, pero me pareció
excesivo.
Cuando acabamos el helado, nos
acercamos a un paseo que está detrás del night market. En contraste con el night market, es un sitio relativamente tranquilo. Tenía bastante
gente joven bebiendo y charlando, y estaba junto a un río. Como era el día
nacional, tuvimos la oportunidad de ver algunas bengalas que estaban tirando en
los alrededores.
Otro sitio interesante cerca de
Raohe es Wufenbu (五分埔), que está a unos diez minutos andando. Es un
mercadillo grande, pero que solo vende ropa. Aun así, vale la pena echarle un
vistazo.
En conclusión, debo decir que un night market es una experiencia
altamente recomendable para todo extranjero que viaje a Taiwán. Aunque probablemente
no os guste su ambiente caótico y los gritos de algunos vendedores, vale la
pena dar una vuelta por sus calles y probar sus delicias, ya que, normalmente, la comida de los
night markets es realmente única y no
se puede encontrar en ningún establecimiento que esté fuera de ellos.
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