Descubrí la existencia del conocido parque de Bitan (碧潭) gracias a mi novio, que me quiso llevar allí a ver una especie de espectáculo de luces. Aunque está apartado de la ciudad, en el distrito de Xindian (新店區 Xindian qu), es fácil llegar a él gracias al metro. En realidad, más que un parque se lo podría considerar un lago y un río al mismo tiempo. Cuando lo visité me di cuenta de que mis estándares de belleza y los de los taiwaneses son muy diferentes (o tal vez yo sea demasiado exigente) ya que Bitan no se parecía en nada a lo que me esperaba. Pensé que sería un espacio más natural y mejor conservado.
La mejor manera de conseguir unas buenas vistas de la zona es desde el puente colgante para peatones por el que se puede cruzar el río. Me gustaron las vistas, pero el puente, a pesar de haber sido reparado hace relativamente poco, se movía mucho y me hizo pasar un mal rato.
Un detalle interesante que muchos turistas seguramente ignoren es que este puente es un sitio popular para suicidarse en Taipei. El motivo es que el río no es realmente profundo, y las muertes de los suicidas son instantáneas. Cuando me contaron esto mi imaginación se desató. Me imaginaba un sitio oscuro y misterioso antes de ir, pero no es más que una zona tranquila llena de gente paseando.
La mejor manera de conseguir unas buenas vistas de la zona es desde el puente colgante para peatones por el que se puede cruzar el río. Me gustaron las vistas, pero el puente, a pesar de haber sido reparado hace relativamente poco, se movía mucho y me hizo pasar un mal rato.
Un detalle interesante que muchos turistas seguramente ignoren es que este puente es un sitio popular para suicidarse en Taipei. El motivo es que el río no es realmente profundo, y las muertes de los suicidas son instantáneas. Cuando me contaron esto mi imaginación se desató. Me imaginaba un sitio oscuro y misterioso antes de ir, pero no es más que una zona tranquila llena de gente paseando.
Una de las actividades que parecían atraer a mucha gente era el alquiler de barcas de pedales, e incluso vimos algunas personas pescando en las orillas del lago.
Cerca de la salida del metro hay una calle que recuerda a un night market, y fue el último sitio que visitamos antes de irnos. Allí compramos un snack supuestamente procedente de Sri Lanka al que le encontré cierto parecido con un bocadillo. Estaba relleno de curri y carne. ¡Muy tierno!
Queríamos hacer tiempo para ver las luces de las que mi novio me había hablado, pero en realidad Bitan no es muy grande y no tiene mucho que ofrecer, así que nos rendimos ante el aburrimiento y nos fuimos antes de que se hiciera de noche. Echamos un vistazo en los restaurantes de la zona, pero eran demasiado caros y no tenían nada especial, así que volvimos a Taipei.
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