jueves, 25 de junio de 2015

19 de junio de 2015: un mundo hecho de arena en la playa de Fulong

Era un soleado día de verano y mi novio y yo no teníamos nada que hacer. A pesar del horrible calor taiwanés, nos negamos a quedarnos en casa mirando las paredes. Nos armamos con crema de sol, nos subimos a la moto y viajamos desde Taipei durante casi una hora y media hasta la playa de Fulong (福). 

Pero no decidimos desplazarnos hasta tan lejos simplemente para disfrutar del agua o tomar el sol, sino para ver una exposición de esculturas de arena construidas por participantes de varios países. 

Inocentemente, pensé que no nos encontraríamos con demasiada gente en la playa, ya que por alguna razón se me metió en la cabeza que sólo unos pocos sabíamos de la existencia de las esculturas de arena. Craso error. La playa de Fulong estaba llena de visitantes. 



Para ver la exposición hay que pagar una entrada de 100 NTD, que en realidad no me pareció demasiado cara porque la playa de Fulong es privada (pertenece a un hotel) y hay que pagar unos 80 NTD para entrar en ella todos los días del año. 



Como no podía ser de otra manera, la entrada de la playa estaba llena de tentadores puestos de comida, zumo fresco y helado, ya que los taiwaneses saben muy bien cómo sacar partido a los sitios turísticos y les encanta vender comida y bebida en todas partes. 



De lejos, las esculturas parecían pequeños castillitos arenosos. Al verlas de cerca, me llevé una grata sorpresa: cada una que veíamos era más bonita e impresionante que la anterior. Los temas de las esculturas eran variados: guerra, aspectos de la cultura taiwanesa, juguetes, juegos, temas sociales, etc. Mis favoritas fueron las dedicadas a la ciudad de Macao, que visité el año pasado y de la que tengo buenos recuerdos. 















Pero el festival de esculturas también es un concurso, cuyo ganador en la edición de este año fue el español Óscar Rodríguez Vila. Su escultura era modesta en tamaño, pero estaba hecha con mucho detalle y su mensaje era interesante. El título de la obra es "In Every Child There is a Newborn World", y habla por sí solo: los niños son el futuro, y por lo tanto ellos son los únicos que podrían construir un nuevo mundo en el que reine la paz mundial. 







Me fui de la playa de Fulong con un buen sabor de boca, contenta por haberle dado una oportunidad a algo nuevo. ¡Las esculturas de arena son auténticas obras de arte




1 comentario:

  1. Mon dieu, una hora en moto, qué espanto tiene que ser eso.

    La escultura ganadora se parece un montón a la portada del Oxygène de Jean Michel Jarre, es un concepto similar. Mola.

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