lunes, 2 de mayo de 2016

18 de abril de 2016: ¡estamos en guerra!

La seguridad es un tema importante en Taiwán (a menos que se trate de asuntos de carretera), y a los taiwaneses les gusta estar preparados ante posibles amenazas. Por eso, cada año tiene lugar el "wanan" o simulacro de ataque aéreo. 


Su duración es de 30 minutos y tiene una función simple: entrenar a los ciudadanos para actuar en casos de emergencia y testar la rapidez con que son capaces de evacuar las calles. Suena interesante, pero en realidad se trata de una reclusión involuntaria: todo se paraliza. De repente, una ensordecedora sirena empieza a sonar. Las personas que están en la calle deben buscar inmediatamente un espacio cerrado donde refugiarse y no salir de allí, y los edificios deben mantener las puertas y ventanas cerradas. En caso de encontrarse, por ejemplo, tomando el metro en el momento en que empieza el simulacro, los pasajeros tienen derecho a bajarse en su estación, pero deberán permanecer en ella. Por otro lado, las personas que estén conduciendo deben aparcar sus vehículos y buscar un techo inmediatamente (los únicos que pueden estar en la calle son los policías). Todos los negocios son obligados a cerrar sus puertas y, a poder ser, apagar los aparatos eléctricos. En los colegios, los niños guardan silencio a oscuras.

 


Por suerte, solo afecta a las ciudades más pobladas. El 18 de abril se hizo en Taipei, parte de Nuevo Taipei, Keelung, Yilan, Taichung, Hsinchu y Taoyuan. 

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