domingo, 18 de junio de 2017

Preparativos para la universidad: cómo me preparé para ser aceptada en la carrera de chino de la NTNU

Ahora que todo ha terminado, y aprovechando el mal tiempo que asedia a Nuevo Taipei desde hace una semana, os voy a contar mis andazas estos últimos meses y el por qué de mi repentino abandono del blog.

En realidad esta historia se remonta a mucho atrás, concretamente el 2014. Por aquel entonces yo estaba en el segundo cuatrimestre de mi intercambio en la National Taiwan Normal University (NTNU) de Taipei y ya había decidido que quería que Taiwán fuese mi hogar para siempre. Pero necesitaba una "excusa" para quedarme, y la encontré un buen día en clase de italiano. Una compañera española me comentó que ella no era estudiante de intercambio, como yo había asumido desde que la conocí, y me contó que estaba haciendo la carrera de chino para extranjeros en la universidad. En ese momento vi la luz. Al salir de clase me dirijí inmediatamente al Centro Chino o MTC, donde yo también era estudiante, y pregunté por la carrera. Ellos se limitaron a darme un panfleto y el prospectus, y volví a casa con una alegría inmensa, aunque decidí no compartir mi idea con nadie por algún tiempo y preferí informarme antes en la ORI, la Oficina de Relaciones Internacionales. Ellos me explicaron todo lo relacionado con la carrera, me aconsejaron y también me advirtieron que es difícil entrar, pues el proceso de selección es diferente al español y solo se aceptan 50 estudiantes cada año (normalmente reciben unas cien solicitudes). Aunque no se hace selectividad, es recomendable tener algo que te avale, y pusieron énfasis en que hiciese el examen TOCFL (Test of Chinese as a Foreign Language o 華語文能力測驗 huayuwen nengli ceyan), un examen de chino que me daría el empujoncito que necesitaba. Cuando esto sucedió, el plazo para matricularse en las asignaturas del segundo cuatrimestre aún estaba abierto, así que no me lo pensé dos veces y me apunté a la clase Chinese Dialogue de la NTNU para hacerme una idea de cómo era la carrera. Fue la decisión más acertada que podría tomar y me abrió las puertas de la universidad en el futuro, pero de aquella no tenía ni idea. 

El nombre completo de la carrera en inglés es Chinese as a Second Language (華語文教學系 Huayuwen jiaoxue xi) y fue fundada en 2007. Podría decirse que es parecida a una filología. Los dos primeros años se dedican al aprendizaje del idioma mientras que durante los dos restantes se enseña historia, literatura y cultura de China y Taiwán. Hay muchas asignaturas interesantes como caligrafía china, traducción básica chino - inglés, Business Chinese, y Traditional Taiwanese Festivals. Aunque para mí la más bizarra es Chinese Traditional Dietary Culture. La carrera es muy completa y, sobre todo, muy exigente. En lugar de hacer selectividad, los alumnos potenciales deben matricularse directamente y enviar cierta información a la universidad para que los profesores de la facultad decidan quiénes merecen ser aceptados y quiénes no. Además, una vez comienza el curso, los estudiantes son divididos en tres grupos: A, B y C, siendo el A el grupo con el nivel más bajo, mientras que el B corresponde, grosso modo, con un nivel intermedio alto y el C con el nivel alto. Si el rendimiento de los estudiantes es bueno, pueden ascender de nivel.  Al tratarse de una carrera exclusiva para extranjeros, el Departamento (o facultad, según se mire) de Chino como Segunda Lengua presume de ser el más multicultural de Taiwán. Podéis leer más información en español sobre la carrera aquí


El TOCFL, sobre el que hablaré con detalle en una entrada futura, solo se hace dos veces al año en Taipei, en mayo y noviembre, así que unos meses después de ir a la ORI hice el examen, convencidísima de que aprobaría porque había hecho los exámenes de prueba de su página web y me habían parecido extremadamente fáciles. Craso error. Suspendí y me sentí avergonzada y decepcionada. El examen resultó mucho más difícil que las pruebas online y abandoné la idea de la universidad: no estaba preparada. Y en efecto, ahora miro hacia atrás y la seguridad que tenía en mí misma me parece casi infantil. ¡Había estado estudiando chino por tan solo nueve meses y pretendía aprobar un TOCFL!

Dejé que pasaran unos años, el asunto de la universidad me daba pereza. Llevaba una vida cómoda y no me apetecía abandonarla para llevarme otra decepción. Aun así, la idea rondaba mi cabeza vagamente. De repente, el 26 de agosto del año pasado, reaccioné y tomé la decisión de golpe. Volví a pensar en la universidad y me alarmé, ya que los TOCFL no tienen tantas plazas y temía que ya estuvieran llenas para el examen de noviembre. Era por la mañana y estaba en el bus de camino a Yonghe. En cuanto llegué a mi destino, busqué las fechas de los exámenes como si me fuera la vida en ello y me llevé una alegría, ya que el plazo para alistarse ni siquiera estaba abierto todavía. Me apunté las fechas y además me alisté a otro examen, también un TOCFL, llamado pilot test, cuya única diferencia respecto al examen que hice más tarde fue que no contaba, es decir, no era oficial sino un examen para tener una idea del nivel y también para familiarizarse con el sistema.

Los siguientes meses los pasé como una monja en el claustro (por eso no hay entradas sobre septiembre y muy pocas de octubre) y solo viví para estudiar. Se convirtió en algo obsesivo y hacía todo tipo de prácticas de lectura con periódicos (normalmente me decantaba por el sensacionalista Apple Daily, que es una basura pero trata noticias que puedo entender con mi nivel de chino) y vídeos de Youtube en este canal, que usa un montón de slang con el que no estoy familiarizada. Solo escuchaba los vídeos, jamás los veía para no tener "pistas". Intentaba que mis prácticas fueran lo más difíciles y parecidas al examen posible. Por las noches, veía dibujos animados en Youtube, y apuntaba todas las palabras que no sabía para estudiarlas después en una senda lista de vocabulario. También repasé todos los caracteres que había aprendido durante mi etapa en el MTC, y compré dos libros más. Hice las prácticas de la página del TOCFL otra vez y me puse límite de tiempo para contestar a las preguntas (igual que se hace en el examen) y también hice los exámenes de HSK, otro examen de chino que procede de China y que se divide en seis niveles (yo hice los niveles cuatro, cinco y seis y me resultó un poco difícil porque no entiendo bien el chino simplificado). A pesar de mis esfuerzos, las pruebas que hacía en casa siempre me daban suspenso o notas mediocres. Solo me sentí un poco más aliviada cuando aprobé el pilot test en octubre, pero seguí estudiando como si nada pasara hasta que una amiga vino a visitarme a finales de mes.  

Habíamos reservado un viaje a Seúl y poco después de ello me di cuenta de que las fechas coincidían con el examen "formal" de TOCFL. Se me cayó el alma a los pies. Al final, tuve que apoquinar 8000 NTD (más de 200 euros) para cambiar las fechas y llegué a Taipei tan solo una noche antes del examen, que no solo aprobé sino que además lo hice en el nivel que quería.


Un mes después, en diciembre, abrió el plazo para alistarse en la carrera, que está abierto hasta el último día de marzo. Aparte de descargar el prospectus de la página web de la NTNU, que explica el proceso para matricularse en todas las carreras, lo ideal es preguntar en la ORI, donde siempre están dispuestos a dar algunos consejillos. Yo ya había visitado antes de hacer el examen. Allí me explicaron el proceso de selección y me ayudaron a entender el perfil de estudiante que buscan en el departamento de chino. Mostrar ambición es imprescindible, transmitir que uno es trabajador es indispensable; y haber estudiado en el MTC ayuda mucho, ya que pertenece a la universidad. Un buen expediente académico también es primordial, y precisamente ese era mi punto flaco. Es una grado muy exclusivo y los profesores no están dispuestos a aceptar a cualquiera, sino a gente con potencial y que pretenda utilizar el chino a lo largo de su carrera. Pronto comprobé que era cierto en una especie de interrogatorio que me hicieron más tarde. 

Así pues, aparte de matricularse online, es necesario enviar todo esto por correo a la universidad: 

- Un financial statement (para demostrar que se pueden cubrir los gastos de vivir en Taiwán. Se puede usar la cuenta bancaria de otra persona, que debe firmar un papel haciéndose responsable) 

- Copias de expedientes académicos de la ESO y bachillerato (los profesores les dan mucha importancia, pues a través de ellos se hacen una idea de si los estudiantes son trabajadores o no. Deben ir acompañados de una traducción jurada al chino o inglés) 

- Copia de título de bachillerato (con traducción jurada) 

- Plan de estudios (para explicar los motivos de la elección de grado y universidad, dar a conocer los planes del estudiante tras graduarse, y hablar del background del estudiante, es decir, de los estudios previos. Es la oportunidad perfecta para venderse. Puede estar en chino o inglés) 

- Dos cartas de recomendación 

- Resumé 

- Autobiografía (se recomienda hacerla en chino y a mano, pues la idea es que los profesores evalúen al alumno) 

- Chinese proficiency certificate o una explicación de la anterior experiencia de aprendizaje en chino (yo incluí una copia del diploma de mi TOCFL y el expediente académico del MTC) 

- Grabación de audio de un minuto en chino 


Como podéis ver, uno de los requisitos son dos cartas de recomendación y, guiada una vez más por la ORI, pedí las cartas a dos de mis antiguas profesoras de chino, por dos motivos: el primero, que un profesor taiwanés siempre tendrá más influencia que un desconocido, el segundo, que muchos de los profesores del MTC también dan clase en la universidad, y eso facilitaría mucho mi entrada porque sería recomendada por un profesor de la propia facultad. Una de las cartas la pedí a mi antigua profesora del MTC, la que me pareció mas veterana e influyente. Otra la pedí a la profesora que había tenido en la universidad cuando iba a clase de Chinese Dialogue, y quise verla en persona. De esta manera, ella podría ver con sus propios ojos que merecía su ayuda. No fui a su oficina con más pretensiones que esas: ser convincente y que al menos al verme se acordase de mí, ya que habían pasado muchos años. Tardó un poco en reconocerme, pero una vez lo hizo me dio una bienvenida muy calurosa y, después de hacerme un pequeño interrogatorio para testar mi actitud (intentó asustarme asegurando que es una carrera muy dura con unos profesores súper estrictos, que muchos renuncian y que además es muy cara), me anunció sonriendo que le parecía que estaba más que preparada para la carrera porque tenía un buen nivel de chino, había mejorado de una manera espectacular y no me daba miedo el trabajo. Ella me aseguró que mucha gente es aceptada con un nivel mucho más bajo y bromeó diciendo que "si solo aceptásemos a los alumnos con más nivel, en este departamento solo habría vietnamitas". Yo le dejé caer que mis expedientes académicos eran mediocres, y ella admitió que las buenas notas son muy importantes pero al tratarse de una vieja conocida yo tenía las puertas abiertas. La guinda en el pastel fue cuando una de sus compañeras pasó por nosotras y ella dijo "mira, te presento a nuestra futura alumna". Fue un día muy feliz para mí. 


Pronto empecé a preparar el papeleo. Aproveché un viaje a España para hacer mis traducciones juradas allí, ya que los traductores que contacté en Taiwán solo me daban respuestas automáticas y me parecieron muy poco profesionales. Pronto estuvo todo listo y a pesar de la pereza que había sentido hace unos meses, lo cierto es que disfruté con algunos de los preparativos, por ejemplo, con mi plan de estudios. Me sentía más motivada y con más ganas de estudiar que nunca. Lo único que me dio dolor de cabeza fue la biografía en chino, en primer lugar porque no sabía si los profesores buscaban un texto corto e informal o un texto más formal y largo. Al final me decanté por lo simple y breve e hice una biografía de una página y media. Primero la redacté en el ordenador y después de perfeccionarla me dispuse a escribirla a mano. Esta fue la parte complicada. Creo que las primeras impresiones son cruciales, así que antes de dar el paso y empezar la versión a mano, practiqué todos los caracteres con los que no estaba familiarizada del todo. Practiqué durante días (exámenes caseros incluidos) hasta que los dominé, pero cada vez que llegaba la hora de escribir me ponía demasiado nerviosa: un solo fallo me obligaría a tirar a la basura todo lo que ya había escrito y volver a empezar. Me lo tomaba tan en serio que me bloqueba y hasta los caracteres más básicos se me olvidaban o los escribía mal. Fue un caos. 

Cuando por fin estuvo todo listo, escogí un día para entregarlo en persona en la ORI. Como ya había empezado febrero, decidí escoger una fecha que me parecía "auspiciosa": el ocho de febrero. El mismo día hacía cuatro años había ido a mi antigua universidad a entregar los papeles para solicitar el intercambio con la NTNU, así que me pareció un día de buena suerte. Después, solo quedaba esperar hasta el doce de mayo, día que anunciarían la lista de alumnos seleccionados. Me lo tomé con calma al principio, pero he de admitir que en la última semana estaba impaciente. El doce de mayo a las 00.00 por fin recibí la buena noticia de mi admisión en el departamento de chino, y empezaré las clases el once de septiembre. 

Lo que empezó como una mera excusa para alargar mi estancia en Taiwán se ha convertido en mi gran sueño y motivación. Y aunque sé que esta entrada me ha quedado demasiado larga, quiero cerrarla con una anécdota que me persigue estos últimos años. Antes de plantearme si quiera la posibilidad de ser estudiante de intercambio en Taiwán, en diciembre de 2012, una amiga y yo estábamos charlando en la biblioteca de la universidad. Ella me comentó que le gustaría aprender chino porque es la lengua del futuro. Mi respuesta fue la siguiente: "¡Estás loca! el chino es un idioma imposible, hay que memorizar miles de caracteres. Yo nunca jamás intentaré aprender chino". Imaginaos la risa que me da cada vez que recuerdo mi rechazo absoluto a aprender un idioma que ahora forma parte de mí. He conseguido más de lo que jamás podría haber soñado y me siento inmensamente orgullosa. No me llega la hora de empezar mi nueva vida y perfeccionar el idioma que amo y que ha mejorado mi autoestima y motivación a niveles agigantados. 

3 comentarios:

  1. Enhorabuena! Se nota que te has dejado la piel para conseguir tu sueño, y eso siempre tiene recompensa. Qué te hizo decidir quedarte para siempre en Taiwán? Sabes ya en qué grupo de la carrera vas a estar, A, B o C? Mucho ánimo y disfruta de estos próximos cuatro años fantásticos! 加油!

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    1. Gracias ^^ Me avergüenza admitirlo, pero en un principio solo me quería quedar por mi pareja, él me convenció de que me quedase. Ahora todo es diferente, sé que mi futuro está aquí. Aún no sé en qué grupo estaré, pero estoy casi segura de que será el B porque es el que más se acerca al nivel de mi TOCFL. Pero no tengo ni idea del nivel que tienen mis compañeros, si no tienen suficiente gente en el grupo C tal vez nos metan a algunos para rellenar. Espero que no suceda, me conformo con el B, al menos de momento!

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  2. Hola, qué gusto que me he encontrado con alguien que ha vivido algo de conexión con el chino. Ahora mismo me encuentro buscando los materiales para estudiar y dar el TOCFL. Quiero estudiar en Taiwan. Si tienes algún material seria muy gratificante para mi poder contar con ellos para estudiar. Gracias por lo escrito en tu blog, es muy inspirador.

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